jueves, 28 de octubre de 2010

LA ACCIÓN CATÓLICA ANTE EL CONGRESO DIOCESANO DE LAICOS

Los próximos días 12 al 14 de noviembre de 2010, en el Paraninfo de la Universidad de Alicante, la diócesis de Orihuela-Alicante, celebrará el Congreso Diocesano de Laicos, con el título: “En el corazón del mundo”. Se trata de un acontecimiento muy importante para la diócesis que, además, coincide con el objetivo diocesano de este año: potenciar la presencia efectiva en “la calle”, haciendo que nos cuestionemos la acción pastoral y evangelizadora de la Iglesia en la sociedad actual, y contribuir así a dar una respuesta conjunta al mundo en el que vivimos, en los ambientes de trabajo, en la cultura, en la política, en la educación, y en todos los lugares y ámbitos donde los cristianos estamos presentes.

Ante este acontecimiento, los movimientos apostólicos de A.C., queremos manifestar lo siguiente:

1. Somos conscientes de los esfuerzos que ha supuesto su preparación y su organización y de que es toda la diócesis la que organiza y ha de estar implicada en el mismo. Este Congreso es muy importante para el futuro de la Iglesia diocesana. Creemos que la participación en la fase preparatoria ha sido significativa pero no suficiente. Pensamos que no podremos cumplir sus objetivos si no hay una implicación de todo el pueblo de Dios.

2. Vemos la necesidad de una mayor conciencia de la vocación y misión del laico en nuestra diócesis. Este Congreso ha de ayudar a conseguir un avance, además de realizar una radiografía de la presencia como laicos en el mundo. Y, sobre todo, debe poner en marcha propuestas y conclusiones operativas para que, nuestro testimonio como cristianos, responda mejor a las exigencias de nuestra fe, y suponga una revitalización para el desarrollo pleno de la vocación y misión de todos los laicos, así como el fomento de una espiritualidad de comunión.

3. No tenemos miedo al tiempo presente. No podemos vivir de espaldas al mundo (CVP, 106). Dios lo ha puesto en nuestras manos para que sepamos mirarlo y juzgarlo con amor, y compartir sus gozos y sus esperanzas (GS 1). Y, a pesar de las dificultades y de las dudas, la búsqueda, el diálogo y la comunión, nos ayudarán a salir al encuentro de todos y descubrir la acción de Dios en cada uno. Discernir y estar atentos a los signos de los tiempos nos va a permitir ver el camino por donde Dios actúa. Sólo así, lo comprenderemos y lo haremos avanzar.

4. Sabemos que lo que triunfa, la fachada, la imagen no lo es todo, y que en la mayoría de los casos esto oculta interesadamente la realidad. Pero, no se nos puede ver como intransigentes, alejados, con falta de apertura y diálogo. No todo vale. Pensamos que lo prioritario y urgente es seguir actuando en favor de los más débiles y excluidos, de los que no cuentan, de aquellos cuya dignidad no se reconoce, son maltratados o cuya vida peligra, de los alejados de la Iglesia, porque la Iglesia reconoce en ellos a su Señor. Esta es la prueba de que estamos evangelizando auténticamente.

5. No podemos reservarnos la fe en nuestro interior, recluirnos en las parroquias, dando la sensación que el compromiso con la sociedad no va con nosotros. Por fidelidad a Jesús, por amor a los hermanos y por coherencia propia, hemos de manifestar, contar y transmitir lo que hemos descubierto, visto y oído. Mostrarnos como una auténtica comunidad de seguidores de Jesús y como ciudadanos comprometidos en sacar adelante esta sociedad, sabedores de que la “libertad”, y la “igualdad” sólo son posibles desde “la fraternidad” y esta tiene su origen en el reconocimiento de Dios Padre. La presencia en organizaciones civiles es hoy más que necesaria, realizada en Jesucristo y como desarrollo de la vocación laical, con conciencia de trabajar a favor del Reino desde el servicio y el respeto a los demás, y alentados y vinculados a la Iglesia. (CFL 17, 23 y EN 70).

6. Como Jesús, sin el Padre, no podemos hacer nada. La Palabra de Dios, la oración personal y comunitaria, la celebración de los sacramentos, la formación que va uniendo la fe y la vida, la Doctrina Social de la Iglesia, nos habilitan para un trabajo apostólico eficaz. Es el Espíritu que procede del Padre el que nos lo enseña todo y nos une, nos hace tomar conciencia del Bautismo, de la misión y la santidad desarrollada en el mundo y nos hace descubrir la voluntad de Dios.

7. Por último, deseamos que este Congreso sirva para que los cristianos laicos que vivimos en el corazón del mundo, con sus familias, sus trabajos, sus intervenciones en la cultura y en la política, impregnen de sentido cristiano la sociedad de hoy y la ayuden a avanzar en la orientación del Reino de Dios.

Consejo Diocesano de Acción Católica

1 comentario:

  1. Gracias por comunicar vuestro parecer. También me gustaría hacer llegar desde aquí que se ha creado oficialmente una página en Facebook para el I Congreso de Laicos del próximo 12-14 de noviembre:
    http://www.facebook.com/claicosalicante

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