Consiliario del Consejo Diocesano de AC
Queridos amigos militantes de la Acción Católica:
Se acercan fechas importantes para nuestra vida de fe. El Señor, que nos llama, viene a hacerlo en persona. Es una buena
Noticia. “Viene con él su salario, y su recompensa lo precede”. Precisamente
salarios hacen falta en muchas familias, porque la crisis no perdona. Cuanto
egoísmo, cuanta insolidaridad, cuanto “sálvese quien pueda”. Todo esto y mucho
más ha provocado la situación que vivimos. Pero nosotros estamos llamados a ser
testigos de otra manera de vivir.
Contemplo la escena del pesebre y veo al niño-Dios entre los últimos,
sin lujos, rodeado de animales. Su familia está pendiente, y al mismo tiempo,
sorprendida por lo que Dios ha hecho por todas las personas de este mundo. Ahí
está, es todo un Dios, pero viene de manera sencilla. Reconocer a Dios entre
nosotros es la gran noticia de la Navidad.
Después de mirar el pesebre, la vida ya no es igual. Aquellos pastores
hacen de portavoces, son testigos. Seguro que recordaron aquellas palabras del
profeta Isaías: “Súbete a un monte elevado, heraldo de Sión; alza fuerte la
voz, heraldo de Jerusalén; álzala, no temas, di a las ciudades de Judá: Aquí está
vuestro Dios”. Estas palabras proféticas son también para nosotros. En medio de
esta vida, Dios nos llama a anunciarle, a decir que viene, que nace entre
nosotros, que siempre ha estado, que vino para quedarse.
“En el corazón del mundo” gritamos con fuerza que con Dios se puede
vivir de otra manera: con justicia, con solidaridad, con generosidad, con
fraternidad, con amor. Esta es la gran felicitación que los militantes y
consiliarios de Acción Católica debemos y queremos dar a nuestro mundo.
Que nos reconozcan por ello, que seamos sal, luz, levadura…
Feliz navidad para todos vosotros y vuestras familias.
Besos y
abrazos...
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